miércoles, 29 de octubre de 2008

martes, 28 de octubre de 2008

Weird sex

En lugar de emplear mi tiempo en cosas (más) productivas, durante los últimos días, entre otras cosas, he visto el final de la cuarta temporada de Doctor Who (una coproducción anglo-canadiense, por cierto), y eso me ha llevado a perder más tiempo en Internet mirando cosas de la serie, y a toparme con una perturbadora noticia.

David Tennant (el doctor) tiene (o tenía, vete a saber) una relación con la actriz que interpretaba a la hija del doctor en uno de los capítulos. A su hija en la ficción. Eso de por sí no es demasiado weird, pero sí lo es el hecho de que ella sea hija en la realidad de Peter Davison, que interpretó al doctor del puerro (o lo que sea eso que lleva en la solapa del traje). A las connotaciones pseudo-incestuosas del asunto, hay que añadir que Tennant salió en un especial con su suegro. Y todo eso ya es más weird.
Como este vídeo.



Y ahora sí que me piro a estudiar.

jueves, 16 de octubre de 2008

New York, día 1

Tras haber terminado el Sequence Analysis para Canadian cinema puedo actualizar sobre el viaje, que fue estupendo, aunque muy rápido todo.
El jueves por la noche tuvimos que pasar, claro, por la frontera. La de EEUU está en una ciudad de nombre tan gañán como "Buffalo". El guardia quería ser amable e incluso intentó hablar español -que yo, en el lamentable estado en el que me encontraba, no conseguía entender. Nos tomaron las huellas y nos hicieron una foto, así que mis datos y mi imagen ya están en algún disco duro americano. Nos dieron un papelito que ponía que estábamos exentos de visado. Un par de días más tarde, Jorge me señaló algo muy curioso que ponía detras: rezaba que al salir del país por la frontera de Canadá le diéramos el papel al guardia canadiense, pero que si salíamos por México... se la diéramos al guardia americano. En fin, así son ellos.
El viaje por la noche en autobús fue como todos los viajes por la noche en autobús, durmiendo a duras penas y con un dolor de espalda terrible. Eso sí, los asientos eran espaciosos, de talla de devorador de productos de KFC.
Llegamos al amanecer a New York, y tras dejar las mochilas en el hostal, un Youth Hostel increíble, con unas instalaciones estupendas y muy céntrico (al ladito de Central Park), nos lanzamos a hacer turismo salvaje, lo que íbamos a hacer hasta el día de vuelta.
Primero fuimos al puente de Brooklyn, que nos gustó mucho, y más tarde al Ayuntamiento, que no tiene mucha chicha, y siguiendo el itinerario de la guía, al World Trade Center Site, donde sólo se ve que están haciendo obras. Sin embargo, se puede visitar St Paul's Chapel, que data de 1766, y es de lo más antiguo que se puede encontrar en esta ciudad (antiquísimo). Esta capilla fue un lugar de refugio durante los ataques del 11 de septiembre, y dentro hay una especie de conmovedor santuario-homenaje con reliquias varias... y una tienda. En serio. Una tienda sobre el 11-S (con libros y crucecitas y cosas así) dentro de la iglesia. Al salir vimos que también hay una pared con las torres ardiendo en relieve y los bomberos haciendo su trabajo, y un museo sobre los atentados, pero obviamente pasamos de entar.
Más tarde, vimos rápidamente el National Museum of the American Indian,q ue tiene trajes típicos indios y está en un edificio bonito de inspiración griega. Hay muchos edificios oficiales así en Nueva York, como el Ayuntamiento o el New York Stock Exchange. Según leí, el "greek revival" fue una reacción de los americanos contra la influencia británica, tras la guerra de 1812. Además, algunos americanos se supone que se consideraban los herederos espirituales de Grecia, así que tomaron prestado su elegante estilo arquitectónico. Tras lel museo, fuimos a Chinatown. Objetivamente el más grande del mundo, y subjetivamente, es más espectacular, rancio y auténtico que el de Toronto. Ya por la noche fuimos a Times Square y Broadway... impresionante. Es como entrar de golpe en Transmetropolitan, o en la Nueva Nueva York de Futurama, o en cualquier otra ciudad de una distopía dominada por la publicidad obscena y excesiva, y por el consumo obsceno y excesivo también, ya sea de electricidad o de cualquier otro producto. Me sentía como una polilla, las luces me atraían y me hacían daño a la vez. Hice fotos como una loca. Y por último, subimos al Empire State Building, y valió la pena. Ya habíamos visto una ciudad -Toronto- desde arriba por el día, y es una pasada ver una ciudad así por la noche, con todas las lucecitas en los edificios, y en el reflejo del agua, es como si ardiera, y tiene una belleza artificial y extraña, pero belleza al fin y al cabo. En definitiva, fue un primer día estupendo en Nueva York.

lunes, 6 de octubre de 2008

Arte freak

El sábado noche/domingo de madrugada pudimos disfrutar de la Scotiabank Nuit Blanche Toronto (Scotiabank porque todo puede esponsorizarse de manera obscena, qué os voy a contar). El evento (aunque seguro que habéis oído hablar de la Noche en Blanco de Madrid) consiste en que hay instalaciones artísticas por toda la ciudad durante toda la noche. Aunque no estuvimos toda la noche, ni las vimos todas, ya que son 150, y esparcidas toda la ciudad, que no es pequeña, estuvo muy bien.
Entre las que vimos estaba una catarata hecha con botellas de plástico e iluminada, pongo la foto, aunque lucía más en la realidad, obviamente. No sé cuál sería el objetivo del artista, pero Jorge y yo no pudimos evitar pensar en Tim Hortons, Starbucks y el resto de inmundas cafeterías de aquí y en la cantidad de vasitos de papel y plástico que gastan al día.



También nos gustó ver la exposición del centro japonés y una torre hecha con libros , aunque alguien había cogido un libro y habían caído otros, de modo que no vimos la obra tal y como la había pensado el autor, que consistía en una torre de libros que estaban dispuestos según los colores del lomo, y que formaban un dibujo.
Pero el plato fuerte y freak de la noche lo tuvimos al llegar al Ayuntamiento nuevo de Toronto. Nos habían dicho que había un espectáculo con luces, pero no esperábamos que sería sobre el Pong y el Space Invaders. Como se ve (no muy bien, lo siento) en la foto, en el edificio de la izquierda estaba el primero y el el de la derecha el segundo. Las ventanas se iluminaban como si fueran píxeles gigantes y se veían dos partidas de los míticos y rancios juegos.


Y si alguien pensaba que Toronto no puede ser más freak, para demostrar que estaba equivocado, Jillian McDonald (tengo que poner su nombre, se lo merece) había ideado Zombies in Condoland, una performance que consistía en que la gente iba a un sitio, se disfrazaba de zombie y hacía cosas de zombies (de los de Romero): ser asquerosos, andar lento, moverse raro y hacer sonidos extraños. A comer carne humana creo que no llegaron, aunque lo consultaré. Lamentablemente, no pudimos ir a verlo en la zona en la que se celebraba, por lo que no disfrutamos en todo su esplendor esa maravilla. No obstante, los zombies participantes se movían por toda la ciudad disfrutando también de la Nuit Blanche, así que nos hicimos una idea de cómo era. Y los disfraces estaban muy bien.

Y bueno, a partir del jueves más arte, emoción y ciudades, porque finalmente sí que vamos a New York, New York...


sábado, 4 de octubre de 2008

Campbells

Tanto tiempo viendo esas latas en cuadros, y ahora las veo en el supermercado... y en mi cocina.

jueves, 2 de octubre de 2008

More Canadian Cinema

John Grierson fue un escocés responsable del movimiento de documentales británicos, y como había tenido éxito haciendo propaganda de lo grande que es Gran Bretaña, lo ficharon en Canadá, entonces también parte del Imperio, para hacer básicamente lo mismo, películas canadienses propagandísticas a través del National Film Board of Canada.

Probablemente la obra más famosa de Grierson es Night Mail, un documental lleno de orgullo británico sobre lo eficiente que es el sistema de correo de su majestad gracias al tren y a sus sacrificados trabajadores. En realidad, aunque el tema nos resulte poco atractivo, hay que reconocer que el documental tiene imágenes muy bonitas y un montaje con ritmo.



En la clase en la que explicaron esto también vimos un documental oscarizado, producido por el National Film Board of Canada, sobre la defensa de Inglaterra durante la segunda guerra mundial, Churchill's Island era el título... Mientras que los únicos alemanes que veíamos eran soldados luchando, del bando de los ingleses veíamos no sólo soldados, sino también civiles de todas partes de las islas, y del imperio (Canadá, Nueva Zelanda, Australia) unidos para defenderse de los nazis, y a Churchill paseándose fumando un puro. Todos son muy guays y después de verlo te dan muchas ganas de casarte con un inglés para conseguir su nacionalidad cuanto más rápido mejor.
No sé por qué, pero creo que Lynx-Moon hubiera disfrutado especialmente en la clase de ayer.